La Paz, 13 de junio de 2017 – El Viceministro de Autonomías, Hugo Siles, invitó a los miembros del GruS a participar del “2do Foro Regional de Desarrollo Económico Local para América Latina y el Caribe: Desarrollo Productivo para transformar las desigualdades territoriales en América Latina y el Caribe”, que tendrá lugar en la ciudad de Tiquipaya, Bolivia, entre el 27 y el 30 de junio de 2017.
El 2do Foro Regional de Desarrollo Económico Local forma parte de un proceso iniciado en octubre de 2011 en Sevilla España, con la celebración del 1er Foro Mundial de Desarrollo Económico Local el evento ofreció la oportunidad de presentar prácticas idóneas y experiencias territoriales dirigidas a la reducción de las diferencias entre la teoría y la práctica del desarrollo económico local con el fin de promover un desarrollo humano sostenible. Desde entonces, el foro ha contado con la participación de representantes locales, regionales y nacionales de distintos gobiernos, representantes de organizaciones multilaterales, universidades, instituciones de cooperación internacional, además de actores sociales y económicos de más de 120 países del mundo.
La autoridad puntualizo que este foro será un escenario propicio para el intercambio entre los actores regionales e internacionales de experiencias de desarrollo económico territorial productivo, además de reflexionar acerca los desafíos que enfrenta la región Latinoamericana y del Caribe. Asimismo mostrara el rol protagónico de Bolivia como facilitador para la contribución e intercambio de perspectivas y buenas prácticas basadas en la propia experiencia territorial y también permitirá crear una posición compartida a nivel de debate y de herramientas metodológicas a transmitir durante el 4° Foro Mundial de Desarrollo Económico Local que tendrá lugar en Praia, Cabo Verde, en octubre de 2017.
Desarrollo productivo para transformar las desigualdades territoriales en América Latina y el Caribe
En las últimas décadas, la restructuración económica global y las diferentes crisis que la han generado y acompañado, han tenido un impacto creciente sobre las condiciones de vida de la población en términos de escasez de oportunidades de trabajo, aumento de la pobreza y de la desigualdad social y económica, desplazamiento de la población rural de la tierra y urbanización masiva, con proliferación de asentamientos precarios, altas tasas de criminalidad, desempleo y economía informal, vulnerabilidad de los pueblos a desastres naturales en consecuencia del cambio climático.
En paralelo, y como parcial respuesta a esta demanda, desde el año 2000 en diversos países de América Latina se están implementando reformas que han fortalecido los procesos de descentralización, redefiniendo el rol y las funciones de las administraciones públicas como agentes del desarrollo de provincias y regiones, principalmente en materia de inversión pública, infraestructura, planificación y ordenamiento territorial.
El avance en los procesos de descentralización y traspaso de competencias y recursos a los gobiernos sub-nacionales ha contribuido también al reconocimiento de la necesidad, y de los nuevos papeles y responsabilidades de los diferentes niveles de la gestión pública en reforzar la base económica de las comunidades locales impulsando sus capacidades y potencial endógeno.
A esto se suma, en forma cada vez más expectante, el enfoque territorial del desarrollo, que busca y promueve la articulación de activos y actores territoriales para expandir sus oportunidades. Esta redefinición de las funciones del sector público según las administraciones más cercanas a los actores territoriales refleja el tránsito desde un modelo de funcionamiento burocrático vertical y sectorial a un nuevo modelo de gestión horizontal e integral, de acuerdo a criterios de eficiencia o rentabilidad social y empresarial. Un nuevo modelo de gestión pública, volcada a los individuos, cercana a los lugares donde se generan los problemas y se requieren las soluciones, donde están los activos y talentos que permiten potenciar y optimizar las capacidades endógenas de los territorios al articularse entorno a propósitos compartidos que, en una lógica de cooperación, expanden el sentido de lo público.
Se produce así una evolución en el desarrollo organizativo interno de las entidades públicas y el despliegue descentralizado de sus funciones o competencias, buscando espacios de concertación y formas de coordinación público privada para abordar las diferentes políticas de desarrollo desde cada ámbito territorial y generar los bienes y servicios públicos que se requieren para realizarlas. Este es el contexto y marco de los temas de gobernanza desde la perspectiva territorial, donde interesa en particular ponderar y fortalecer el papel de los gobiernos regionales o provinciales para asumir un rol líder y estratégico de los procesos en marcha y el rol de líder se entiende en relación a la capacidad de impulsar a una red de organizaciones, agencias y actores que gestionarán las oportunidades de los territorios.
La gobernanza territorial se plantea así como una gobernanza sub-nacional para el desarrollo de los territorios mediante la articulación de diversos actores territoriales, entre ellos el Estado (gobernanza multinivel vertical), la sociedad civil, las agencias públicas localizadas territorialmente y el sector privado (gobernanza multinivel horizontal), en un contexto en el cual el gobierno regional está enfocado en las oportunidades de los territorios, estimulando el crecimiento económico con inclusión social.